miércoles, 6 de agosto de 2008

RESEÑA #3 EL HUMOR EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

RESEÑA #3 PROCESO COGNITIVOS Y AFECTIVOS.
TEMA: LA EXPERIENCIA DEL HUMOR EN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Algunos psicólogos en sus teorías “alivio-descarga” entienden que el sentido del humor y la risa como una expresión liberadora de impulsos inconscientes reprimidos, que generarían tensión psicológica; el individuo precisaría, por tanto, de esta válvula de escape para no generar un caos personal.
Por otra parte las basadas en la “superioridad y la denigración” razonan el sentido del humor con un potente mecanismo reforzador de la autovaloración personal ante los errores, los defectos o las carencias ajenas, e incluso propias. Lo divertido provocaría por un sentimiento de vanidad súbita que genera regocijo y risa, intentando aumentar con ello el propio estatus personal.
Las teorías basadas en la “incongruencia” se basan en los aspectos cognitivos. Resuelven que el sentido del humor se produce por la asociación mental inesperada de dos ideas o situaciones que lógicamente no deberían permanecer unidas. De manera que teniendo una estructura compleja, habría un elemento normal y otro que quebrantarían el orden subjetivo establecido; mas un tercer elemento contextual que seria la sorpresa. Tal es el caso de las payasadas ya que llaman la atención, asombra y causa risa.
LA PRESENCIA DEL SENTIDO DEL HUMOR EN LOS SERES HUMANOS
El sentido del humor ha sido descrito como un fenómeno que atañe la capacidad humana para experimentar y/o estimular unas reacciones muy especificas, la sonrisa y la risa (observable o no), y de esta manera conseguir o mantener un estado de animo pasivo (Casbelo, 2006). Algo, además, que considera como una emoción; que pueda utilizarse como sinónimo de una sensación de alegría; y que tiene características que le convierten en un mecanismo eficaz para afrontar situaciones y experiencias de vida (Buxman, 2004).
Para las personas con discapacidad intelectual se ríen y divierten ante la presencia de estímulos contextuales, pero en comparación, lo que para las personas “normales “ cierta situaciones humorísticas les cause risa como representaciones de comedias teatrales o chistes no son motivadores en ellos.
Cabe mencionar que las personas con discapacidad intelectual pasan a través de las mismas etapas de desarrollo cognitivo y emocional que cualquier otra persona, salvo que lo hacen con un progreso mas lento e irregular, el cual la mayoría de las veces queda inconcluso (Zilger, Hodapp y Burack, 1990; en Carlot, 2005). Esto es así porque la capacidad para desarrollar adaptaciones adecuadas en cada estructura del desarrollo ontogenético (se refiere al proceso de crecimiento de un organismo y los cambios por los que atraviesa) depende de las condiciones bio-psico-sociales y de las condiciones del entorno físico en que se encuentre el sujeto. Las personas con discapacidad intelectual pueden verse impactadas fuertemente por determinadas variables en algunas de estas condiciones o en todas, de tal forma que se modifique o dificulte su desarrollo psicológico.
Así pues algunos autores hablan de la hipótesis emoción-especificidad, postulando que siendo propio de la naturaleza de las personas con discapacidad intelectual a tener dificultades y limitaciones cognitivas también su capacidad para entender y expresar las emociones propias y comprender las ajenas estaría limitado en alguna medida.
Las personas con discapacidad intelectual tienen dificultades en el desarrollo de las conductas de adaptación social; también este aspecto puede tener influencias decisivas en la experiencia humorística.
El autismo ha sido considerado como un trastorno que perturba las relaciones interpersonales y la comunicación, y que genera la rigidez en el pensamiento y el comportamiento. Suele creerse que las personas que padecen déficits relacionados con el espectro autista, incluso aquellos individuos que tienen un alto funcionamiento intelectual, no aprecian los estímulos humorísticos, pero se dice que poseen ciertas habilidades para apreciar algunas formas de humor verbal y no verbal. Si el numero de sus experiencias humorísticas parecen, por otra parte, ser menores con respecto a las personas con discapacidad intelectual sin autismo; y, por ende, deben suponerse menores, también, a la población ordinaria.
Se tomaron una muestras entre niños autistas y niños con síndrome de Down en donde el humor fue espontaneo e inducido y encontraron mayor significancia en los niños Down, en otras muestras se lograron resultados igualitarios para los dos casos. En lo que si coincidieron fue en encontrar que el humor y la risa estuvieron presentes de alguna manera en la vida diaria de todos los infantes que compusieron las pequeñas muestras utilizadas.
También existe la discapacidad intelectual en personas adultas, estas personas no encuentran graciosas las mismas cosas, ni les divierte la misma temática que a los niños entre las edades de 5 y 7 años. Entre otras cuestiones porque han vivido mucho más años y están bastante familiarizados tanto con el ambiente social como con la afectividad de ejecución de las habilidades propias y ajenas. En estas personas es mas frecuente el comportamiento humorístico positivo que el negativo. Es decir aquel que es provocado por el escándalo que produce todo lo que se presenta anómalo, irregular, desmesurado o torpe; dando lugar a lo ridículo pero impregnado de un cerco de bondad alejado de la agresividad y la burla. Es decir, el que surge cuando la única intención de lo cómico es la diversión.
Habría que considerar tanto en los planes y programas como pueden ser entrenadas las personas con discapacidad intelectual para que puedan apreciar mejor lo humorístico y cuales serian los diseños de aprendizaje mas apropiados; o como se puede, en que situaciones y de que manera debe ser utilizado el sentido del humor por los profesionales para mejorar el trato y la efectividad de los apoyos. Es importante para estas personas ya que pueden verse ayudadas a hacer frente de manera decisiva a las barreras que las gentes y el entorno les ponen por delante.
CONCLUSION
El humor, la alegría, la diversión y otras emociones positivas generan una perspectiva personal positiva de la vida, y esto es importante para que los individuos puedan pensar con creatividad en los procesos de resolución de sus problemas vitales y tratar las dificultades diarias desde una posición de mayor fortaleza y sacar todas las tensiones acumuladas. Por eso es importante tomar este tema y no dejarlo de lado para apropiarlo a todas aquellas personas que aun sin esa discapacidad intelectual no desarrollamos ese sentido del humor.

HIPERVINCULOS:

http://www.carranzavega.blogspot.com
http://www.jezmin890415.blogspot.com
http://www.ho-por-dios.blogspot.com
http://www.terepollo10.blogspot.com
http://www.erickagarcia.blogspot.com
http://www.maricela-garcia.blogspot.com

2 comentarios:

Angelica Carranza dijo...

Las personas que por alguna razón tienen discapacidad intelectual, autismo, síndrome de Down, son personas de lo más felices ya que están en su propio mundo ,no alejados de la realidad pero si de la realidad de los que entre comillas estamos bien mentalmente ,claro que lo más probable es que estemos todos neuróticos , pero tratamos de salir adelante , así que si los docentes tuviéramos el ánimo de dejar todos los problemas que nos aquejan y sonreír tan sólo por el hecho de existir , nuestra realidad, cada uno en lo personal seria otra.
Es mejor la sonrisa más fea, que el enojo más bonito. (Anónimo)

eRiKa dijo...

Para mi es un regalo tener la oportunidad de que uno de estos pequeños llegue a tu vida. Si logras darles el amor, confianza, y paciencia ellos lograran enseñarte a ti lo maravilloso de este mundo. Creo que ellos son un regalo para la vida y solo las personas especiales logran tener un angel de estos a su lado.